Si bien la creación del Sistema Nacional de la Calidad tuvo como fin que en el país se contara con productos y servicios asociados a la calidad, practica que iba a impulsar la reactivación económica. En la realidad mantener estándares de calidad implica una serie de dificultades que no solo se limitan a la inversion económica, sino que también implican esfuerzo en materia de formación, de organización y de cambios en la mentalidad de las empresas. Esto puede ser un reto muy grande para muchos negocios pero los beneficios que aporta la implementación de un SGC permite que en el país hayan mas servicios y productos con mayor valor agregado y se garantiza la competitividad de las organizaciones.
Concuerdo con lo expuesto por la compañera, la implementación de un Sistema Nacional de Calidad implica una inversión en recurso humano y material, lo que algunas veces podría representar un reto difícil de cumplir para pequeñas/medianas empresas, pero cuando estas se logran certificar y cumplir con los estándares propuestos, los beneficios de inserción en mercados y el valor que le imprimen a sus productos puede compensar sus esfuerzos.