Concuerdo con lo expuesto por la compañera, la implementación de un Sistema Nacional de Calidad implica una inversión en recurso humano y material, lo que algunas veces podría representar un reto difícil de cumplir para pequeñas/medianas empresas, pero cuando estas se logran certificar y cumplir con los estándares propuestos, los beneficios de inserción en mercados y el valor que le imprimen a sus productos puede compensar sus esfuerzos.