La evaluación de la conformidad es un elemento esencial de la Infraestructura de la calidad y desempeña un papel fundamental en el mercado. Esta se refiere a la verificación de que los productos o servicios cumplen con los requisitos establecidos, ya sean normas o reglamentos técnicos.
La evaluación de la conformidad proporciona confianza y seguridad tanto a los consumidores como a los actores del mercado, ya que al garantizar que los productos y servicios cumplan con los estándares y requisitos establecidos, se asegura que los consumidores obtengan productos de calidad, seguros y confiables; fortaleciendo así la confianza en el mercado y protegiendo a los consumidores de productos potencialmente peligrosos, fraudulentos o de baja calidad.
Además es fundamental para la competencia justa y equitativa en el mercado. Al establecer requisitos comunes y objetivos, se nivelan las condiciones para que todas las organizaciones compitan en igualdad de condiciones y se evitan prácticas desleales.