Al contar con un sistema nacional de calidad los habitantes del país tienen una mayor seguridad de la calidad de los productos y servicios que consumen y adquieren. Esto gracias a que el SNC permite el establecimiento de normas, organismos certificadores y/o de validación/verificación, que respaldan la calidad de los productos y fuerzan a las compañías a cumplir con requisitos de calibre internacional respecto a la inocuidad y seguridad de los productos que lanzan al mercado.
Por otro lado, el SNC también emite regulaciones respecto a los productos que ingresan al país, evitando que los consumidores estén expuestos a productos de dudosa calidad o que puedan ser dañinos para la salud de los consumidores.