El interés del ciudadano por el presupuesto del Estado solo puede motivarse desde la concientización de que los intereses, beneficios y todos los servicios que recibe, dependen de la gestión de lo público, y que la presupuestación del Estado definirá cómo se invierten y se gastan los recursos provenientes de los impuestos que paga.
Esa concientización inicial, idealmente debería propiciar el interés para ejercer la participación ciudadana, en primer lugar en las instituciones del Estado, que establezcan los espacios necesarios e indispensables para que el ciudadano se involucre, así como también por parte del ciudadano perder el sentido de indiferencia y posicionarse para promover cambios.