La cesárea, siendo una intervención quirúrgica mayor, presenta una tasa de morbimortalidad materna y fetal considerablemente superior a la del parto vaginal. Por lo tanto, debería reservarse exclusivamente para casos en los que sea realmente necesario. Se considera que una tasa de cesáreas superior al 15% está por encima del promedio esperado, y en Costa Rica, esta cifra alcanza el 18.6%. Esto podría indicar un uso inadecuado de los recursos hospitalarios, ya que genera costos adicionales tanto por la cirugía en sí como por la estancia postoperatoria, que suele ser mayor que en un parto vaginal debido a posibles complicaciones.
Es relevante señalar que existe una alta incidencia de cesáreas en partos de bajo riesgo, lo cual plantea la interrogante sobre si existe un protocolo institucional efectivo que regule las indicaciones para esta intervención o si se trata simplemente de una práctica común, tal como sugiere el artículo. Además, es crucial determinar si se tuvieron en cuenta otros elementos de riesgo al decidir realizar esta intervención quirúrgica.