Ciertamente, la dependencia de las energías renovables como la eólica y solar presenta desafíos ante eventos climáticos como El Niño.
Si bien su crecimiento en la región es notable, su porcentaje dentro de la capacidad total instalada aún es bajo, lo que limita su impacto ante crisis por bajos caudales.
El Niño, al alterar los patrones de viento, puede reducir la velocidad y consistencia del viento en algunas regiones, afectando la producción eólica.
De igual manera, el aumento de la nubosidad asociado a El Niño puede reducir la radiación solar, impactando la generación de energía solar.
Es crucial ampliar la discusión sobre la vulnerabilidad de las energías renovables ante el cambio climático y explorar soluciones como:
1. Diversificar la matriz energética con diferentes fuentes renovables.
2. Implementar sistemas de almacenamiento de energía.
3. Desarrollar tecnologías más eficientes y resistentes a las condiciones climáticas.
4. Fortalecer las redes de transmisión y distribución.
Abordar estos desafíos es fundamental para garantizar la viabilidad de las energías renovables como elementos clave en un futuro energético sostenible y resiliente.