Del artículo, considero que para los esquemas de mercado centralizado y descentralizados, no se puede aseverar que uno es mejor que el otro, pues ambos tienen sus particularidades, cada uno presentan ventajas y desafíos importantes, y específicos. Es claro que, para la adopción de alguno de estos esquemas de mercado para el desarrollo de la transición energética, es necesario tener presente las condiciones específicas y las necesidades del país o la región, se debe conocer a fondo cómo es la “caracterización energética”, conocer la visión de largo plazo del sector energético, el hacia dónde quiere dirigir el país o la región, las regulaciones existentes, los actores vigentes, entre otros, pues de esto dependerá una elección de un esquema de mercado.
Cabe resaltar que el artículo menciona algunos aspectos que comparten ambos esquemas, tales como el objetivo de lograr un sistema eléctrico eficiente, sostenible y confiable; que su operación se basa en el equilibrio de la oferta y la demanda; la promoción de las energías limpias y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la complementariedad entre la generación a gran escala con la generación distribuida, pues ambas ofrecen ventajas en la eficiencia y reducción de pérdidas de transmisión. Por tanto, ambos esquemas de mercado son importantes y una posible aplicación mixta y/o complementaria podría ser una opción para los países o las regiones.