La gestión pública hoy en día, debe estar orientada hacia la eficiencia y la transparencia, buscando siempre mejorar la calidad de vida de los ciudadanos mediante la entrega oportuna y adecuada de servicios básicos de calidad. La burocracia estatal debe dejar atrás modelos obsoletos y adoptar prácticas administrativas modernas que promuevan la rendición de cuentas y la participación ciudadana.
El desafío para las instituciones de los Estados modernos radica en desarrollar capacidades que les permitan adaptarse ágilmente a un entorno cambiante y resolver de manera efectiva los problemas sociales, asegurando así un servicio público de calidad que responda a las necesidades y expectativas de los ciudadanos.
El desafío para las instituciones de los Estados modernos radica en desarrollar capacidades que les permitan adaptarse ágilmente a un entorno cambiante y resolver de manera efectiva los problemas sociales, asegurando así un servicio público de calidad que responda a las necesidades y expectativas de los ciudadanos.