En la burocracia ofrece una estructura clara y jerarquizada que facilita la gestión y la supervisión de tareas y empleados; promueve la equidad y la imparcialidad, ya que las decisiones se basan en normas y procedimientos, no en relaciones personales. Sin embargo la estricta adhesión a reglas y procedimientos puede llevar a la falta de flexibilidad y a la ineficiencia en situaciones que requieren adaptabilidad rápida; esto puede sofocar la creatividad y la innovación, ya que se enfoca en la conformidad y la predictibilidad; y además dar lugar a una expansión innecesaria de puestos y procedimientos, aumentando los costos y la ineficiencia.
En el Institucionalismo se reconoce la importancia de las normas, valores y culturas en la configuración del comportamiento organizacional; en este las organizaciones se adaptan mejor a su entorno institucional, lo que puede mejorar su legitimidad y apoyo externo. Sin embargo, la presión para conformarse a normas y valores establecidos puede limitar la innovación y la diversidad de pensamiento.
En el Neoinstitucionalismo se reconoce la dinámica y la flexibilidad en la adaptación de las organizaciones a las normas y valores del entorno; en este las organizaciones buscan legitimidad y apoyo en su entorno, lo que puede mejorar su sostenibilidad y éxito a largo plazo. Sin embargo la inclusión de múltiples factores y niveles de análisis puede complicar la evaluación y la implementación de estrategias.
En el buen Gobierno se promueve la transparencia y la responsabilidad en la administración pública, mejorando la confianza y la rendición de cuentas; fomentando la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones, lo que puede mejorar la legitimidad y la aceptación de políticas. Se puede enfrentar resistencia por parte de actores que se benefician del status quo y la opacidad.
En la Gestión Corporativa se enfoca la eficiencia, la efectividad y la rentabilidad, promoviendo una administración ágil y orientada a resultados; esto fomenta la innovación y la competitividad, adaptándose rápidamente a los cambios en el mercado y las demandas de los clientes. Se puede haber un excesivo enfoque en los beneficios económicos a corto plazo, descuidando aspectos sociales y éticos. Además de tener en cuenta que las estrategias de gestión corporativa pueden aumentar la desigualdad