Comentario sobre la idea del autor
David Osborne y sus coautores argumentan que la cultura, especialmente en un contexto burocrático, surge de la interacción entre la experiencia, la emoción y la razón. La cultura no se crea deliberadamente, sino que emerge de la realidad vivida y los compromisos afectivos que se desarrollan en respuesta a esa realidad. Estos compromisos, junto con las experiencias, forman modelos mentales que determinan cómo las personas interpretan y responden a su entorno.
Para cambiar una cultura, es necesario crear disonancia entre estos elementos. Al exponer a las personas a nuevas experiencias, emociones e ideas, y trabajar con ellas para ajustar sus modelos mentales y compromisos afectivos, se puede transformar la cultura.
Ejemplo extrapolado para discusión en clase
Reforma educativa en Finlandia
Contexto:
En la década de 1970, Finlandia decidió reformar su sistema educativo, que en ese momento no destacaba a nivel internacional. La reforma buscaba crear un sistema más equitativo y de alta calidad, centrado en la igualdad de oportunidades y en el desarrollo integral de los estudiantes.
Experiencia:
La reforma comenzó con cambios estructurales en el sistema escolar, introduciendo un currículo nacional unificado y reduciendo las desigualdades entre diferentes escuelas. Se invirtió significativamente en la formación y capacitación de los docentes, considerándolos como profesionales altamente cualificados y autónomos en su práctica.
Emociones y razón:
Estos cambios estructurales vinieron acompañados de un cambio en los compromisos afectivos. Los docentes y las comunidades escolares comenzaron a sentir orgullo y responsabilidad por el nuevo sistema. La emoción de pertenecer a un sistema educativo innovador y exitoso generó un compromiso profundo con la nueva visión educativa. La razón también jugó un papel crucial, ya que las políticas educativas finlandesas se basaban en investigaciones y datos empíricos que mostraban la efectividad de los métodos implementados.
Modelos mentales:
A medida que las nuevas experiencias y emociones se consolidaban, se modificaron los modelos mentales. Los finlandeses empezaron a ver la educación como un derecho fundamental y una herramienta esencial para la equidad social. El modelo mental pasó de una visión tradicional y rígida de la educación a una que valoraba la personalización del aprendizaje, la cooperación y el bienestar integral de los estudiantes.
Reflexión:
La reforma educativa en Finlandia es un ejemplo claro de cómo cambiar una cultura a través de la introducción de nuevas experiencias, la modificación de compromisos afectivos y la transformación de modelos mentales. Esta disonancia inicial, gestionada adecuadamente, permitió un cambio cultural profundo y duradero, convirtiendo al sistema educativo finlandés en un referente mundial. La clave está en la integración armoniosa de nuevas experiencias, emociones e ideas para remodelar la cultura existente.