La baja confianza en las personas y en las instituciones del gobierno en América Latina y el Caribe puede ser atribuida a varios factores relacionados con la nueva gestión pública. A continuación, se exponen algunos de los motivos principales: la corrupción y transparencia, al no existir transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos también contribuye a esta desconfianza. Luego la ineficiencia en la administración pública y la burocracia excesiva pueden generar frustración entre los ciudadanos. Procesos lentos y complicados para acceder a servicios públicos o resolver problemas administrativos disminuyen la percepción de eficacia y confiabilidad de las instituciones gubernamentales. Las altas tasas de desigualdad y la exclusión social son factores críticos. Así como la percepción de que el gobierno no está abordando adecuadamente las necesidades de los sectores más vulnerables contribuye a la desconfianza en las instituciones. La falta de políticas efectivas para reducir la pobreza y la desigualdad también afecta la confianza en el gobierno.
Algunas de las estrategias para mejorar la confianza pueden ser: reforzar la lucha contra la corrupción mediante mecanismos más efectivos de control y sanción, mejorar la eficiencia administrativa y simplificar los trámites burocráticos. Promover la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles de gobierno e implementar políticas inclusivas que reduzcan la desigualdad y aborden las necesidades de los más vulnerables. Y muy importante es el de fomentar la participación ciudadana y crear canales efectivos de comunicación entre el gobierno y la sociedad.
Estas acciones, si se implementan de manera efectiva, pueden contribuir significativamente a aumentar la confianza en las instituciones y entre los ciudadanos de América Latina y el Caribe.