Según el documento Panorama de las Administraciones Públicas: América Latina y el Caribe 2024, definen la confianza como: como la creencia de una persona de que otra persona o institución actuará de forma consistente con sus expectativas de comportamiento positivo; aunque en la actualidad únicamente el un 36.3 % de los habitantes en 2022 tenían confianza en sus gobiernos en Latinoamérica y el Caribe, esto indica en términos globales números alarmantes los cuales son inferior a la media de la OCDE, aunque con marcadas diferencias por países, lo más notorio es el hecho que desde el 2008 la disminución son cifras significativamente importante.
En América Latina y el Caribe, en especial nuestra región el tema de la confianza en el gobierno sigue siendo un aspecto crucial en la discusión sobre la gobernabilidad, la democracia y el desarrollo, siendo la última década para varios países de esta área, el haber estado expuestos a cambios significativos en sus sistemas políticos y económicos, siendo estos determinantes en la afectación de la percepción y la confianza de los ciudadanos en sus instituciones gubernamentales. Dentro de estos elementos sucesos importantes que han jugado un papel preponderante se puede hacer mención, por ejemplo:
- Los periodos de dictaduras, transiciones democráticas y en especial en algunas regiones presencia de autoritarismos políticos.
- La corrupción, siendo esta uno de los aspectos más importantes como condicionantes para el deterioro de la confianza y credibilidad de las instituciones.
- La persistente desigualdad económica y la pobreza que de alguna manera juegan un papel importante en la percepción de que los gobiernos son incapaces de proveer justicia y bienestar para todos.
- La alta tasa de criminalidad y violencia en la región contribuye a la desconfianza, ya que eso determina la capacidad del gobierno para mantener el orden y la seguridad pública.
- El fenómeno de la migración.
- Tendencias autoritarias y populistas.
- Falta de crecimiento económico entre otros elementos.
La confianza en el gobierno en América Latina y el Caribe es un problema complejo; un reflejo histórico de la influencia de diversos factores sociales, culturales y políticos.
El reto más grande de nuestros líderes políticos, es lograr restaurar y mantener esta confianza y así alcanzar un desarrollo sostenible y estable buscando democracia en la región.