Reflexión inicial
¿Alguna vez te has parado a pensar en el tiempo que dedicas a negociar? ¿Recuerdas alguna experiencia personal particularmente significativa? ¿Cuál fue el motivo de esa negociación? ¿Cuál fue el resultado? ¿Todavía perviven sus consecuencias?
Espero que esas experiencias sean un buen referente para asimilar los contenidos de este Curso de Doctorado.
Para empezar, debes saber que el conflicto, un tema constante analizado a lo largo del Curso, es consustancial a la vida en sociedad, ya que los deseos y necesidades de unas personas se contraponen con los de otras o los del grupo en el que conviven (grupo de amistades, familia, trabajo, etc.).
También es importante que sepas que generalmente se identifica la negociación como una manera de solucionar conflictos, pero no siempre es así: también se negocia cuanto todavía no existe conflicto.
Ejemplo
Observa a las niñas y a los niños. Desde su más tierna infancia negocian para poder compartir sus juguetes. Negociamos desde muy pequeños y a diario: el día para hacer un examen, la hora de volver a casa, el destino de las vacaciones, las cláusulas de un contrato, la estrategia de empresas, etc.
Pero ¿qué es negociar? ¿Cuáles son los elementos comunes que definen el proceso de la negociación? ¿Algunas personas negocian mejor que otras? De todo ello se hablará a continuación
«Te guste o no, tú eres un negociador. La negociación es un hecho vital» (Roger Fisher, William Ury y Bruce Patton, Obtenga el sí).
Los mejores negociadores del mundo
Acabamos de hablar de niños y niñas y, sin lugar a dudas, hay mucho que podemos aprender de ellos. Presta atención a lo que expone Alejandro Hernández Seijo en el vídeo y sabrás por qué.