¿Existe
realmente un derecho de la energía?
El derecho de la energía, a hoy, es considerada una especialidad que se encarga de los aspectos legales y regulatorios de la energía, por tanto, considero que sí existe realmente, pues cada vez esta actividad o rama se vuelve muy necesaria, en razón de que se requiere procurar en los países la seguridad energética, regular a las industrias energéticas a fin de que garanticen el suministro confiable y equitativo, y se aborden todos los aspectos jurídicos y normativos de los tipos de energía y los recursos utilizados durante su cadena de valor.
¿Cuál cree que son las diferencias entre derecho de la energía y regulación de la energía?
El derecho de la energía involucra aspectos como principios y reglas que regulan los tipos y la cadena de valor de la energía (generación, distribución, consumo) así como la regulación, estableciendo ese marco “macro” para la convivencia y las interacciones entre la sociedad con la energía, amparadas por el Estado. La regulación de la energía se enmarca en aspectos más específicos, pues establece reglas, normas, directrices para supervisar y controlar las actividades o sectores específicos de la energía, asegurándose que las prácticas sean equitativas, seguras y que se cumplan con los estándares que se establezcan.
Discuta sobre los cuatro principios principales del derecho de la energía.
- Seguridad de suministro: para el buen funcionamiento de la sociedad, es fundamental garantizar un suministro confiable y constante de la energía, evitando interrupciones y definiendo medidas para sobrellevar cualquier crisis energética.
- Acceso a la energía: Es necesario garantizar que todas las personas tengan acceso a fuentes de energía asequibles y seguras, a fin de evitar discriminaciones y exclusiones.
- Sostenibilidad ambiental: Para proteger el medio ambiente y mitigar el cambio climático, el fomento en el uso de fuentes de energía renovables y la reducción de emisiones contaminantes es un principio que se debe tomar en consideración.
- Coordinación: Es necesario que se desarrollen políticas y estrategias energéticas a largo plazo coherentes que incluyan la demanda futura y consideren la infraestructura requerida.