La Pandemia obligo a generar estrategias sobre lo incierto, a poner a prueba la resiliencia de Costa Rica y el mundo para afrontar los embates que generó la misma y ante todo, desnudo de forma obligada y a la vista, las desigualdades sociales, educativas y económicas que nuestra sociedad poseemos, se podría decir que esta Pandemia fue un excelente ejercicio, sin menospreciar lo cruel, el dolor y la angustia que genero a millones de personas, para enfrentar como país la mayor crisis, que cómo bien señala el Comité de Bioética de España “La crisis no es económica, ni educativa, ni social: es una crisis de salud pública, que trae vinculada una crisis sanitaria cuyas consecuencias están ya siendo extremadamente graves. Así, entendemos que todos los esfuerzos de las autoridades públicas y la propia ciudadanía deben centrarse en contener la extensión de la pandemia” (2020, pág. 3)
Pues bien, la post pandemia reveló que no contamos con un sistema robusto de salud, si tenemos un sistema de salud que se esfuerza para atender las necesidades, pero no tiene una estrategia clara, precisa y consciente de cómo hacerlo, un simple ejemplo de muchos, contamos con una herramienta tecnológica como el EDUS sin embargo, hoy representa uno de los mayores retos, teniendo tanto la responsabilidad los centros médicos cómo la misma población que debe y tiene que mantener su información personal actualizada, claro está, acá tocamos el punto de los niveles de educación y el acceso a la tecnología de información, ya que no podemos hablar de un sistema robusto de salud, sino tenemos un sistema robusto en educación o un sistema robusto en empleos, no podemos quitar un eslabón de la cadena o todos funcionan bien o todos funcionan a medias, esa es la realidad.
Si tenemos potencial para tener un sistema de salud robusto, si lo creo, fuimos por muchos año, y hoy somos aún un ejemplo mundial para algunos países con nuestras políticas sociales, pero las hemos descuidado, la velocidad del mundo nos sobrepasa y no vamos con ella, el rezago en infraestructura hospitalaria, personal médico especializado, capacitación o educación continua y reconocimiento real del salario para el personal de salud está por debajo de los países que se consideran desarrollados por lo cual, nuestro sistema camina lento, tratando de ir pasando día a día, pero dejando de lado toda la visión a futuro, decisión que nos pasará factura en los años venideros.
BibliografíaInforme del Comité de Bioética de España sobre los Aspectos Bioéticos se la Priorización de Recursos Sanitarios en el Contexto de la Crisis del Coronavirus. Madrid, España, 2020.