- ¿Cuáles son las funciones esenciales para el correcto ejercicio rector de la producción social de la salud?
Las funciones esenciales se pueden agrupar en gobernanza, en la cual conviven una serie de características implícitas, pero que es importante enumerar. Liderazgo, diálogo, conciliación, debate, toma de decisiones.
Además, otro elemento importante es la divulgación de la información, así como datos verídicos con fuentes confiables. Alejándose de la manipulación y evitando crear pánico en la población.
La generación de conocimiento debe estar en la base de la producción social. No se trata de crear una estructura sólida, sino, además, crear las vías por la cual se puede enseñar y reproducir en otros contextos de tiempo y lugar.
- ¿Cómo se aplican las funciones rectoras en el contexto de una crisis sanitaria como la generada por la pandemia por covid19?
Partimos del hecho que nos enfrentamos a un evento nuevo para nuestro sistema de salud. Al menos uno que de manera consciente nos toca combatir. La rápida conformación de una unidad de liderazgo es vital. Definir roles y respetarlos, estableciendo las funciones de cada uno de los actores. Conocer cual es el marco legal con el que se trabajará y cuan flexible podría llegar a ser. Así como las herramientas que éste nos brinda.
Valorar los escenarios desde el benigno, hasta el que, independientemente de la duración y vistosidad, vaya a comprometer de mayor manera los recursos humanos y materiales, llámese cansancio como recursos económicos.
Siempre importante será la información, no sólo brindarla, sino además educar a la población y darle herramientas para que sea capaz de discernir y crear sus propias conclusiones.
- ¿Cómo el ente rector debe utilizar datos e información relevante en las crisis sanitarias?
Como un segundo elemento de importancia, la información se convierte, en el contexto de una crisis sanitaria en un derecho, aún más valioso, de la población. No obstante, como ente rector, la veracidad de la información debe ser comprobada antes de ser divulgada. No se debe ocultar información para proteger la población, sin embargo, sí se debe clasificar y aclarar el grado de certeza y las fuentes de donde se obtuvieron. A mi parecer, quien decide como administrar la información es la población, no obstante, siempre debe existir la versión oficial, que es la del ente rector.