En el artículo de Morera (2013), evalúa el empleo de las cesáreas en los hospitales públicos de Costa Rica, durante el periodo 2011-2011 a la hora del alumbramiento, se afirma dicho enunciado.
En el estudio se destaca que la incidencia de cesáreas de bajo riesgo (18.6%) correlaciona muy bien con las cesáreas totales registradas (19.4%) de los partos atendidos. Esto conlleva, a que los hospitales con mayor incidencia cesáreas presenten mayor incidencia de cesáreas realizadas donde existía bajo riesgo.
Al considerar el rango óptimo de cesáreas de la OMS 10-15% (1985), el 50% de los hospitales públicos presentan sobreincidencia del uso de cesáreas, representado principalmente por los hospitales nacionales; a su vez, existe una mayor variabilidad en los hospitales periféricos.
Si se compara con el resto de Latinoamérica (33%), el porcentaje de cesáreas realizadas durante el alumbramiento sigue siendo menor (19.4%), en cuando a países europeos el porcentaje varía del 6.2% al 36%.
A pesar, que la incidencia de cesáreas se encuentra más cercana al rango óptimo de la OMS respecto a otras regiones del mundo; se deja en evidencia, que la realización de las cesáreas en el país pueden estar sujetas a criterio del médico, sin considerar el nivel de riesgo presentando durante el parto.
Sin embargo, es difícil interpretar y comparar los datos disponibles, porque existe una gran variabilidad en cuanto a metodologías empleadas tanto entre hospitales como a nivel internacional.
Si se considera el porcentaje de cesáreas como un indicador multidimensional para la evaluación del desempeño hospitalario, hay mucho que mejorar en el sistema público, que pueden iniciar con la mejora y la implementación estandarizada a nivel nacional de las guías prácticas en la atención de partos.