¿Desde nuestra perspectiva y retomando la afirmación del Dr. Vargas, estamos actualmente con la capacidad desde la gestión pública de nuestras instituciones de asumir nuevos retos, de cara a los cambios futuros? Se traducen esos nuevos enfoques en la satisfacción de las necesidades reales de las y los habitantes en la calle?
La primera respuesta es NO. El proceso de cambio en la gestión pública es un desafío constante que requiere no solo la adaptación a nuevos paradigmas, sino también la implementación de capacidades institucionales adecuadas y la transferencia continua de habilidades técnico-políticas.
Se necesitan desarrollos en capacidades institucionales acordes a la realidad y nuevos retos: tecnologicos, entre otros. Luchar con los nuevos paradigmas como la innovación y tomar decisiones basadas en evidencias.
Orientar la participación ciudadana a los resultados medibles necesarios para la adecuada gestión. La adaptabilidad en procesos orientados a la satisfacción y necesidades reales, y mucho menos en los habitantes en la calle, lo cual por lo menos en Costa Rica, falta un equilibrio institucional para atacar las necesidades reales, y son organizaciones no gubernamentales que adoptan la responsabilidad.
La evolución de las tendencias, como interconectividad a través de redes sociales, exige una participación institucional acorde a las nuevas formas de entender y realizar políticas públicas, como disciplina adecuada para el cumplimiento de objetivos.