La ineficacia, los controles y la inacción de los sistemas de los nacionales y públicos han generado siempre disconformidad entre la población pero más aún en los usuarios regulares o personal afectado. Cómo se logra apreciar la ineficiencia de algunos organismos del país puede llegar a afectar tanto al punto de incluso paralizarlo por problemas de movilidad u ofrecimiento de servicios. De esta manera es que al presentarse este tipo de situaciones se debe alzar la voz como población para exigir que se brinden servicios y atención como se debe y no a medias por falta de planificación, orden o mala distribución de los recursos públicos.
Esto a su vez va muy de la mano con los controles, lo cual en este país dichosamente se cuenta con un sistema vigilante, la Contraloría General de la República la cual si bien es cierto que debe de hacerse ciertos ajustes, es una entidad que vela porque el uso de recursos públicos se haga de manera adecuada, es ahí donde debemos defenderla de proyectos donde busquen más bien su debilitamiento por manos de ciertos agentes que han venido afectando el país en múltiples campos con fines cuestionables y con tintes populistas.
Si bien es cierto, se necesita ajustes en los sistemas públicos de manejo de datos, uso de dinero y control de planillas, es algo que se puede solucionar de una manera más amena y cautelosa, de forma que los solo sean beneficiados sus funcionarios, siempre respetando la ley y con el fin de brindar mejores servicios, más oportunidades y de calidad sin tener que trasladar costos a los costarricenses.