La burocracia aportó el concepto de racionalidad, igualdad del administrado frente al Estado, la uniformidad de procesos, la continuidad de la organización más allá de las personas, la unidad de dirección con disciplina.
Adicionalmente fue un elemento crucial en la construcción de los Estados, por su contribución a centralizar los procesos de toma de decisiones e implementación de políticas públicas, sustituyendo los sistemas de patrimonialismo que estaban en las organizaciones.
Por otro lado, la burocracia no permite que exista la gestión eficiente, y genera que los recursos públicos cada vez sean más escasos y que no exista una atención personalizada y de calidad al usuario.
Dentro de las cualidades evolutivas están la descentralización, la cual ha evolucionado hacia una mayor descentralización de la toma de decisiones. La flexibilidad que evolucionó hacia una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios en el entorno.
Y cada vez más se trabaja en el enfoque en el cliente y en la satisfacción del usuario.
Algunas de las herramientas prácticas pueden ser: La encuesta de clima organizacional: que mide la percepción de los colaboradores sobre la estructura, los procesos y la cultura de la organización.
El análisis de documentos que regulan la organización, como su normativa interna, manuales de procedimientos, etc.
Por estos resultados es que nace la Nueva Gestión Pública.
Esta nueva gestión administra que se caracteriza por la medición de resultados y búsqueda de fórmulas que permite un uso más eficiente y eficaz de los recursos públicos. El control activo de las entidades públicas a través de la asignación clara de responsabilidades y mayor énfasis en el control de las salidas.
El Institucionalismo analiza al individuo como objeto de estudio y se fundamenta en el principio de que todas las acciones humanas son individuales e influyen en una colectividad, pero todas y cada una se encuentra influenciadas y determinadas por las acciones institucionales. Se puede mencionar como ventaja que en las instituciones se proporciona un marco de referencia para la interacción social y económica, lo que contribuye a la estabilidad y el orden.
Y como desventaja tenemos la lentitud de cambio, porque las instituciones pueden ser difíciles de cambiar, lo que puede dificultar la adaptación a los nuevos desafíos.
El institucionalismo ha evolucionado a lo largo del tiempo, desde sus raíces en la sociología y la historia económica hasta su integración con la economía moderna.
El Neoinstitucionalismo tiene como ventaja el enfoque en los incentivos que crean las instituciones, lo que permite un análisis más matizado de su impacto. Como desventaja puede ser un enfoque complejo y abstracto, lo que dificulta su aplicación en la práctica.
El Neoinstitucionalismo ha sido influenciado por una amplia gama de disciplinas, como la economía, la sociología, la ciencia política y la psicología.
El buen gobierno promueve la transparencia y la rendición de cuentas, lo que puede ayudar a prevenir la corrupción y el abuso de poder.
Tiene como desventaja la dificultad de implementación, especialmente en países con instituciones débiles en cuanto a las capacidades del capital humano, la corrupción y la burocracia.
El buen gobierno ha evolucionado para incluir una gama más amplia de principios y prácticas, como la participación ciudadana, la equidad de género, la protección del medio ambiente y promoción del desarrollo sostenible.
Gestión Corporativa tiene como ventaja que se centra en la eficiencia y la rentabilidad, lo que puede ayudar a las empresas a tener éxito en el mercado. Una de las ventajas es el enfoque en el corto plazo, lo que puede llevar a decisiones que no son sostenibles a largo plazo.
La Gestión Corporativa ha incorporado nuevos enfoques y herramientas, como la gestión de riesgos, la responsabilidad social corporativa y la gobernanza corporativa. Es esencial para que las empresas puedan adaptarse a los cambios del entorno y competir en el mercado global