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Instituto Centroamericano
de Administración Pública
El Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP), es un organismo
internacional regional del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), de
carácter intergubernamental, al servicio de la región centroamericana. Fue creado
en 1954 bajo el nombre de Escuela Superior de Administración Pública de América
Central (ESAPAC), por los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador,
Nicaragua y Costa Rica. Panamá se incorporó como miembro pleno en 1961.
En 1967 como resultado de un “Plan de Operaciones” suscrito con la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), se transformó en el Instituto Centroamericano
de Administración Pública (ICAP). Su propósito ha sido capacitar al personal
del sector gubernamental y asesorar a los gobiernos miembros del SICA, en el
estudio e implantación de reformas tendentes a modernizar y sistematizar las
administraciones públicas de sus respectivos países. Por más de seis décadas, la
Institución ha logrado desarrollar y consolidar sus destrezas y ofertas académicas,
mediante la ejecución de programas de formación, capacitación, investigación,
consultoría y asistencia técnica. En la actualidad, el ICAP ofrece diversos programas
de formación académica a nivel de doctorado, maestría, especialidades y formación
continua, en temas como: Administración pública, Gestión de compras públicas,
Gestión ambiental local, Gerencia de la calidad, Gerencia de proyectos, Gerencia
de la salud, Gerencia social, Gestión pública y Ciencias empresariales, las cuales
han contribuido en el mejoramiento del perfil intelectual y, la productividad de los
profesionales en organizaciones, tanto públicas como privadas, en un contexto
social, altamente competitivo y transformador.
Con el surgimiento de la pandemia por COVID-19, el ICAP se ha ocupado en
apoyar fuertemente a las administraciones públicas de la región, a través de la
generación de capacitación y asistencia técnica orientadas a generar condiciones
que permitan enfrentar la crisis económica y social con soluciones que disminuyan
los impactos. Un ejemplo de ello, en el contexto de la pandemia COVID-19, cobran
vital importancia la planificación del sector público, la gestión de riesgo de
desastres y los niveles de resiliencia que deben primar a nivel de políticas públicas,
la participación ciudadana para disminuir los impactos de eventos peligros.
En este contexto, la pandemia COVID-19, abre la posibilidad para comprender la
situación multi-riesgos de base que tienen los países y genera el espacio para
repensar metodologías y proponer herramientas que permitan a las instituciones
vinculadas a la inversión pública enfrentar amenazas en cascada, en un contexto
de cambio climático, que puedan afectar la calidad de la infraestructura, servicios
y la salud de las personas.