Continuando con la temática en discusión, es conocido que las empresas que cumplen con normas y certificaciones que acreditan su calidad son reconocidas por ser organizaciones confiables; por lo que muchas empresas buscan tener este tipo de reconocimiento como un punto diferenciador de su competencia; en la búsqueda de la mejora continua y de posicionarse como "la mejor opción". Leyendo un poco sobre el tema, encontré un informe del Banco Interamericano de Desarrollo sobre "El Sistema Nacional para la Calidad como bien público para la competitividad en Costa Rica". En donde estipula que estas empresas que suelen seguir esta línea competitiva de buscar la calidad en sus sistemas y productos suelen tener ventajas operativas en sus procesos de producción y distribución; con lo cual logran reducir costos, aumentar la eficiencia y facilitar los procesos de encadenamiento productivos y transferencia tecnológica. Sin embargo, en este mismo texto, muestran que Costa Rica enfrenta una seria situación con respecto a las microempresas y empresas pequeñas; ya que estas no aumentan de tamaño y fracasan en su intento de llegar a ser exportadoras, ya que enfrentan altos costos de transacción y elevadas tasas de quiebra, baja productividad y básicamente se limitan a ser fuentes de autoempleo. Por otra parte, se establece que sólo el 8% de estas lograron crecer; las demás se estancaron o quebraron.
Referencia: Monge-González, R., Torres, F., Torrentes, L., & Coto, S. (2016). El Sistema Nacional para la Calidad como bien público para la competitividad en Costa Rica.
Referencia: Monge-González, R., Torres, F., Torrentes, L., & Coto, S. (2016). El Sistema Nacional para la Calidad como bien público para la competitividad en Costa Rica.