Al referirnos a la siguiente afirmación:
“La gravedad de las pacientes no
influyen significativamente en la variabilidad de las tasas de cesáreas”
El estudio realizado en el 2013, utilizo indicadores multidimensionales como el porcentaje de cesáreas, ya que aportaba sobre la atención médica, atención tanto materna, como neonatal, uso y eficiencia de utilización de recursos, esta ultima la cual demostró ser subutilizado o sobre utilizado.
El estudio demostró que la utilización de cesárea en hospitales públicos fue de un 19,4%, de los partos el cual es muy inferior a la tasa promedio de cesáreas registradas en América Latina, la cual corresponde a un 33%. La tasa de cesáreas realizadas en grupos de bajo riesgo fue de un 18,6%, el cual es un porcentaje muy parecido comparado con el Sistema Nacional de salud español. Se evidenció que existe una alta variabilidad en las tasas de cesáreas de bajo riesgo, la cual comparada con el Sistema de Salud Español es inferior, sin embargo, el hallazgo más importante del estudio fue que demostró que las diferencias en la gravedad de las pacientes, no parece influir en la incidencia de las cesáreas, por lo cual se fundamentaba que la causa correspondía más a una práctica local y no a las causas propiamente atribuibles a la madre, feto o circunstancias del parto.
Según recomendaciones de organismos internacionales que considera que una tasa de cesáreas superior al 15% está por encima del promedio esperado, y en el presente estudio se comprobó que, en Costa Rica, esta cifra alcanza el 18.6%, podría indicar un uso inadecuado de los recursos hospitalarios, ya que genera costos adicionales tanto por la cirugía, complicaciones quirúrgicas inmediatas, estancia postoperatoria, entre otros.
La alta incidencia de cesáreas en partos de bajo riesgo, plantea la interrogante sobre si existen guías o protocolos institucionales que normen o regulen las indicaciones absolutas o relativas para este procedimiento mayor o como sugiere el articulo que se trate de una práctica común, tal como sugiere el artículo. Sin embargo, me parece que debería de emplearse estudios más actualizados, los cuales confirmen que efectivamente su incidencia corresponde a casos asociados a la práctica asistencial tanto maternos, como fetales y del entorno y no a un tema de practica local. Todo esto con el fin de gestionar de una mejor manera los presupuestos de las diferentes unidades a institucional.