La cesárea es cada vez más utilizada en desempeño hospitalario, ya que es multidimensional ya que aborda diferentes aspectos como la atención médica, seguridad de paciente, riesgos para el feto y la madre y la eficiencia en utilización de recursos. La cesárea registra una tasa de morbimortalidad materna y fetal sensiblemente mayor que la de un parto normal, así como de secuelas para la madre y el recién nacido. Si bien tiene unos beneficios como disminución de presentación pélvica o sufrimiento fetal intraparto, también aumenta el riesgo en morbi-mortalidad materna y neonatal.
Se documenta que el 62% de los partos son por cesárea los cuales se determina que tienen una sobre incidencia (10-15%), según la OMS y un 12.5 % una sobre incidencia y el resto estadísticas no representativas. Según lo comparativo con otros países podemos determinar que no tenemos una alta tasa, si no que no mantenemos dentro de un límite entre países como España, pudiendo así afirmar que las diferencias en la gravedad de pacientes no influyen significativamente en la variabilidad de las tasas de cesáreas, dado que los hospitales nacionales con alta incidencia de cesárea en el total de partos también tienen alta incidencia de cesáreas en los partos de bajo riesgo.
Todo este análisis deja en duda cual es la verdadera incidencia de los partos por cesárea de bajo riesgo ya que el mayor porcentaje se basa en este, adicionado a esto podemos involucrar la parte cultural, tecnología/especialistas en los hospitales, dejando claro cuál es la verdadera causa de variabilidad enel aumento de tasas de cesarea en hospitales públicos.