Efecto Pigmalión y efecto Galatea
Todo Lider de acción positiva (Director, Jefe, Funcionario o Servidor público de una organización), que tiene como propósito de que, lo más importante es el logro de los objetivos organizacionales, debe partir de las siguientes premisas:
-Debe tener altas expectativas de sus Colaboradores (trabajadores o empleados) y que estos en trabajo en equipo (cooperativo y colaborativo) lograrán los objetivos empresariales (profecía autocumplida).
-Los Colaboradores deberán sentirse capaces de alcanzar los objetivos organizacionales (autoestima alta).
-El líder debe saber comunicar y hacer sentir a sus Colaboradores que les tiene confianza y el Colaborador percibir este mensaje.
-El líder debe tener presente que gran parte de la comunicación es no verbal.
-El líder debe hacer explícito a sus colaboradores que les tiene alta confianza.
-Tener presente de que un “Mal supervisor” puede lesionar autoestima.
-El líder debe promover y propiciar que sus colaboradores tengan sentido de pertenencia y afiliación en la organización, pero sobre todo fortalecer en lo posible la necesidad de seguridad (Pirámide de Maslow).
-El líder deberá propiciar y/o fortalecer la identidad institucional de sus Colaboradores. Una expresión de que se tiene identidad institucional, es la subordinación de los intereses personales a los organizacionales.
EL LIDER DEBE TENER CLARO QUÉ COMPETENCIAS SE REQUIEREN DE LOS COLABORADORES (trabajadores o empleados) PARA EL LOGRO DE LOS OBJETIVOS ORGANIZACIONALES, POR LO TANTO DEBERÁ:
1. Conocer qué competencias ya tienen sus Colaboradores, esto con el fin de fortalecerlas.
2. Asimismo, diagnosticar qué competencias no tienen o están poco desarrolladas (áreas de oportunidad). Lo cual habrá que resolver mediante capacitación en el trabajo.
3. Realizar el engranaje -como buen Director de orquesta- de todas las competencias (aptitudes y actitudes) de los Colaboradores para lograr los objetivos organizacionales, mediante el trabajo en equipo.