La flexibilidad laboral interna es aquella que permite cambiar la organización interna del trabajo para obtener beneficios. Por ejemplo, modificar el número de horas que realizan los empleados, adaptar su salario según esas horas, libre intercambio de turnos entre empleados, establecer retribuciones por objetivos, etc.
La flexibilidad organizativa se consigue estando alerta a los cambios internos y del entorno, tanto a las oportunidades como a los desafíos, convirtiéndose en la capacidad para usar los recursos disponibles de la empresa de manera oportuna, flexible, asequible y relevante con el propósito de responder a dichos cambios de manera efectiva.
En esta nueva realidad, la atención médica que de por sí vive cambios constantes, ahora ha tenido que adaptarse a cambios abrumadores e inesperados. Estos cambios afectan al equipo médico y pacientes. Hoy en día lograr espacios de salud, debe ir enfocado en la sostenibilidad y la flexibilidad de los entornos.
Debemos estar siempre preparados para el cambio, lograr que dichos entornos sean adaptables y reconfigurables en el tiempo. ¿Como hablar de flexibilidad en dichos espacios?
La flexibilidad en los espacios puede ser la capacidad de adaptación a cambiar de función y atención de respuesta ante el paciente y las necesidades de los colaboradores de salud.
Lograr el equilibrio entre la vida personal y laboral, con espacios que permitan la desconexión del día a día.
Lograr un buen diseño y mobiliarios que permita estar cómodo y que sea pensado en el ser humano.
Existen cuatro atributos clave de flexibilidad para entornos de atención médica:
Versatilidad: La versatilidad es la capacidad de que un espacio se utiliza para funciones múltiples y diferentes con cambios limitados o nulos en los atributos tangibles del edificio. Un espacio versátil le da a las personas desición de cómo lo usan.
Modificabilidad: La modificabilidad invita a un usuario o colaborador a cambiar activamente un espacio u objeto sin necesidad de apoyo de las instalaciones. Los elementos modificables no requieren ningún cambio de estructura de relleno permanente y se encuentran entre los métodos más populares para proporcionar flexibilidad a un espacio.
Convertibilidad: La convertibilidad adapta el espacio para nuevos usos. El espacio se puede cambiar, pero necesitará una renovación menor e involucrará al departamento de instalaciones.
Escalabilidad: permite que el espacio se expanda o se contraiga. El espacio puede crecer o encogerse físicamente, pero necesitará una renovación menor o mayor. La escalabilidad es el más complejo de los cuatro atributos y, por lo general, implica la construcción de expertis para que suceda de manera efectiva.