En las problemáticas que refieren las lecturas, encuentro como común denominador la falta de liderazgo de las administraciones de las instituciones citadas. Falta de liderazgo y compromiso para establecer una cultura de calidad dentro de la entidad respectiva que involucre a todas las áreas y personas y que impacten en los servicios que se brindan a la ciudadanía. Es necesario crear una visión con enfoque al cliente y que la institucionalidad o sus áreas no se conviertan en un fin en sí mismo. Las necesidades de los ciudadanos -principalmente las de salud- deben ser atendidas de forma oportuna y para ello los procesos deben estar alineados a cumplir las expectativas de los usuarios de los servicios.
En las experiencias individuales que hemos tenido con este tipo de organizaciones hemos vivido en carne propia el poco compromiso con la calidad de una parte de los funcionarios, tanto los que toman decisiones como los que están en procesos de cara al usuario. Esto contribuye en el incremento de los costos de la mala calidad al no cumplir con las especificaciones o expectativas del cliente y generando ineficiencia y poca eficacia respecto a los objetivos.
Particularmente en la noticia de
pagos de salarios del MEP, queda en evidencia la no existencia de un enfoque basado
en procesos. Una visión integral del proceso y la participación de todas las
partes involucradas, permitirían encontrar las causas raíz que provocan los
problemas y así poder abordarlos con mejoras de innovación, agregando elementos
tecnológicos, logísticos, de capital humano, entre otros. El establecimiento de
procesos claros permitirá mantener una constante mejora continua.
Es necesario invertir en
actividades de prevención para evitar al máximo los errores e inconsistencias
en los procesos que sustentan el servicio. Estas erogaciones generan beneficios
en el mediano y largo plazo reduciendo los costos asociados a los errores
internos y externos, el reproceso, desperdicio y otras variables similares. De igual
manera es necesaria la mejora en las actividades de evaluación para verificar
la conformidad respecto a los requisitos o parámetros establecidos para las
diferentes etapas del proceso y asignar recursos para atender los costos de la
mala calidad controlables.
Estos elementos deben ser vistos por los administradores en los procesos de toma de decisiones basados en datos que permitan propiciar las estrategias que subsanen las insatisfacciones, poca eficiencia y eficacia en la prestación de los servicios.