El Dengue en Costa Rica - Sem Epidemiológica 21--2023

El Dengue en Costa Rica - Sem Epidemiológica 21--2023

de Karla Imelda Umaña Víquez -
Número de respuestas: 1

Saludos Profesor, Compañeras, Compañeros; este es mi aporte al Foro:


El Dengue en Costa Rica

 Semana Epidemiológica 21 -- 2023

 

El virus o más bien, los virus del dengue son transmitidos a los seres humanos por medio de la picadura de un mosquito, de los que tanto nos hemos acostumbrado, este en particular es de la especie Aedes (Ae. aegypti o Ae. albopictus). Estos mosquitos son un grandísimo problema para la salud de la población del País, pues también transmiten el virus del Zika, el Chikunguña, y otros.  Y representan para las autoridades de Salud un desafío, en términos de prevención y control.

Según el Ministerio de Salud por medio de Dirección de Vigilancia de la Salud, en su Boletín Epidemiológico N°22 de 2023, refiriéndose a la semana epidemiológica 21 (27 de mayo), informó que, a esa fecha, se contabilizan 2.070 casos de dengue; lo que admite un incremento del 28 % en relación con los 1.490 casos que se presentaron en el mismo periodo del 2022.

Según ese Boletín Epidemiológico N°22, los casos por zonas se muestran en el siguiente cuadro a continuación:

 

  De forma gráfica, los casos y las tasas las podemos observar de la siguiente manera: 

          

 Y por cantón, el número de casos, de acuerdo al mismo Boletín Epidemiológico N°22 de 2023, se modela así:

      

Es claro que con estos datos se puede notar que la región Huetar Caribe, tanto en número de casos como en la tasa por cada 100,000 hab, está en una condición de alarma muy importante.

Ahora bien, si observamos la tasa por cada 100,000 hab., vemos que a la región Huetar Caribe le siguen, las regiones Pacifico Central, Huetar Norte y Central Sur; sin embargo, por número de casos, le siguen a la región Huetar Caribe, las regiones Central Sur, Central Norte y Central Este.

Lo anterior indica que el tema se debe abordar de diferentes formas en diferentes regiones, sobre todo por la cantidad de personas que habitan en cada región y las posibilidades de atención para cada una de ellas.

 Así las cosas, se puede indicar:

1. Que, en este estadio o momento de la enfermedad, se debería desde el punto de vista gerencial establecer o fortalecer (si ya existe) un proyecto o programa que permita mejorar en varios aspectos la detección, atención, seguimiento o evolución del mismo

2. Que basado en el estadio del punto 1, los indicadores epidemiológicos que un sistema de vigilancia debería de proveer para justificar la ejecución del proyecto o programa planteado, serían los de prevalencia e incidencia, además de los indicadores de mortalidad.

3. Se pueden establecer como indicadores epidemiológicos principales los de incidencia y prevalencia, para el monitoreo y evaluación del proyecto o programa a plantear o planteado.

4. De los indicadores planteados el cálculo de los mismos se realizaría de la siguiente forma, según Beaglehole R, Bonita R. en su libro Epidemiología básica:

  

 


5. Los indicadores seleccionados del punto 2 y 3 pueden ser interpretados así:

o   La incidencia a la tasa de incidencia, dado que el concepto tasa se puede tomar como implícito, es una medida para determinar los casos nuevos de una enfermedad que se presentan en una población en un tiempo determinado, de ahí que para su cálculo se requiere un periodo de seguimiento.

o   La prevalencia o tasa de prevalencia, que al faltar la variable tiempo, también se le conoce como pseudotasa; mide la proporción de personas que se encuentran enfermas al momento de evaluar el padecimiento en la población, por lo tanto, no hay tiempo de seguimiento.

o   La mortalidad, tasa de mortalidad, es el número de defunciones por una misma enfermedad o causa, en cierto grupo de personas, en determinado período.

 

Una forma en que las autoridades de Salud están atendiendo el programa o plan para controlar de algún modo este problema de salud causado por el dengue, es pedir a la población eliminar los criaderos de mosquitos como los son recipientes, baldes, bebederos de animales y plásticos negros que pueden acumular agua. En lo que va del año los funcionarios han realizado acciones de control vectorial, han visitado 313.702 casas para inspeccionar y eliminar criaderos de mosquitos.

 

Fuentes bibliográficas.

§  Dirección de Vigilancia de la Salud, Ministerio de Salud (Semana Epidemiológica 21, 2023). Boletín Epidemiológico N°22 de 2023. https://www.ministeriodesalud.go.cr/index.php/biblioteca-de-archivos-left/documentos-ministerio-de-salud/material-informativo/material-publicado/boletines/boletines-vigilancia-vs-enfermedades-de-transmision-vectorial/boletines-epidemiologicos-2023/6517-boletin-epidemiologico-n-22-1/file

 §  Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.(2023/14/06).Acerca del dengue: Lo que debe saber.Dengue. https://www.cdc.gov/dengue/es/about/index.html#:~:text=Los%20virus%20del%20dengue%20se,el%20chikungu%C3%B1a%2C%20y%20otros%20virus.

  § 

Beaglehole R, Bonita R. Epidemiología básica. Washington, D.C.: Pan American Health Organization; 1996. 186 p. (Reimpresión actualizada 2003

En respuesta a Karla Imelda Umaña Víquez

Re: El Dengue en Costa Rica - Sem Epidemiológica 21--2023

de Luis Diego Cruz Tenorio -
Desde el punto de vista de historia, la enfermedad del dengue fue reconocida desde el siglo XVIII, llamándose popularmente como “fiebre rompe huesos” debido a sus manifestaciones clínicas caracterizadas clásicamente con la presencia de fiebre, mialgias (dolor muscular) y artralgias (dolor en articulaciones). Sin embargo, es hasta el siglo XIX que se identifica su etiología viral y mecanismo de transmisión vectorial por medio de un insecto.

Es muy interesante saber que, en el año 1993, Costa Rica y Panamá (Kouri, 1989), países que se habían mantenido libres de dengue por varias décadas (al eliminar el vector Aedes aegypti en 1955), reportaron la transmisión indígena de dengue ocasionado por el serotipo 1. Inicialmente los casos se presentaron en el litoral del pacífico y se extienden progresivamente a todo el país.

Lamentablemente desde esa época, los cuatro serotipos del virus han co-circulado, con picos cada 3 años. No obstante, dichos picos se presentan con una baja letalidad (tasa=0,3 por 100.000 habitantes) si se compara con el contexto mundial.

Dicho lo anterior, coincido con el autor del proyecto en el sentido de se debería establecer o fortalecer (si ya existe) un programa que permita mejorar en varios aspectos la detección, atención, seguimiento o evolución del mismo, puesto que para avanzar en su prevención y control se requiere de estrategias de gestión integradas que trasciendan los abordajes tradicionales reactivos, promoviendo el mejoramiento de las condiciones de saneamiento de las comunidades con la participación activa de la población y los gobiernos locales.

Coincido según la literatura consultada que los indicadores epidemiológicos que un sistema de vigilancia debería de proveer para justificar la ejecución del proyecto o programa planteado, serían los de prevalencia e incidencia, además de los indicadores de mortalidad, así como la tasa de letalidad. Sin embargo, es importante que las autoridades de salud comprendan que no todos los casos de dengue son reportados en la actualidad y son manejados, de forma empirica sin un reporte oficial como en teoria se ha obligado al personal sanitario. En muchas ocasiones, las condiciones de pletora de pacientes de los servicios de emergencias, inexperiencia del personal de salud que capta los casos y/o el "parecido clinico" de la enfermedad con otras enfermedades infecciosas que producen respuesta inflamatoria sistemica (alteracion en los signos vitales, elevacion de biomarcafores, plaquetopenia, entre otros); hace que los casos de dengue pasen desapercibidos y nunca se reporten, dando una falsa "vigilancia epidemiologica".

La historia ha demostrado que los cambios de las formas de vida y costumbres de las distintas poblaciones del país lograron en algún momento erradicar la enfermedad por varios años. Sin embargo, es preocupante que el deterioro social de Costa Rica independientemente se trate de zonas rural o urbanas, es un espejo del deterioro en la salud de sus pobladores. Lo anterior quiere decir, que la transición de la calidad de vida de las personas refleja automáticamente la transición epidemiológica y la situación de salud, generando también un cambio en el comportamiento del vector del dengue.

1. Ana Morice Trejos, Rodrigo Marín Rodríguez, María L. Ávila-Agüero. El dengue en Costa Rica: evolución histórica, situación actual y desafíos. Ministerio de Salud de Costa Rica. 2011
2. Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social, OPS /OMS. (1993). Dengue: Guías para diagnóstico y tratamiento del dengue y dengue hemorrágico. San José: CCSS.