Las obligaciones de los Estados según el Derecho Internacional para garantizar la protección del sistema climático y otras partes del medio ambiente contra los ataques antropógenos son fundamentales en el contexto global actual. Estas obligaciones se derivan de una serie de fuentes legales y principios clave.
Primeramente, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) establece que los Estados que son partes en ella tienen la responsabilidad de tomar medidas concretas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar políticas destinadas a combatir el cambio climático. Esta convención sirve como un marco general para la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático.
Por su parte, el Protocolo de Kioto, aunque expiró en 2020, estableció compromisos vinculantes para los países desarrollados en cuanto a la reducción de emisiones. Los Estados parte en este protocolo tenían metas específicas de reducción de emisiones que debían cumplir.
En términos generales, el principio de no causar daño transfronterizo es un principio fundamental del Derecho Internacional Ambiental. Esto significa que los Estados tienen la obligación de evitar actividades que puedan causar un daño significativo al medio ambiente de otros Estados, incluyendo aquellos que afectan al sistema climático. Este principio se refuerza con el principio de debida diligencia, que requiere que los Estados ejerzan un cuidado adecuado en la gestión y control de actividades que puedan causar daño ambiental, tomando medidas para prevenir, mitigar y remediar tales daños.
Finalmente, el principio de responsabilidad por daño ambiental establece que los Estados deben tomar medidas adecuadas para prevenir daños ambientales, y en caso de que ocurran, asumir la responsabilidad de reparar o compensar a los Estados afectados.
En resumen, las obligaciones de los Estados en relación con la protección del sistema climático y el medio ambiente contra ataques antropógenos son múltiples y se basan en tratados internacionales y principios fundamentales del Derecho Internacional. Esto refleja la creciente importancia de abordar las preocupaciones ambientales a nivel global y la necesidad de tomar medidas concretas para proteger nuestro planeta.