El proyecto, planteado como trabajo de graduación, se enfoca en la mejora vial de un tramo que pertenece a la ruta cantonal 2-10-009, la cual está bajo la administración de la municipalidad de San Carlos.
Con el objetivo de asegurar el éxito y la sostenibilidad de esta iniciativa, se aborda la gestión de proyectos de manera integral, anticipando y solventando posibles obstáculos que puedan surgir durante su implementación.
El impacto de las inversiones en infraestructura realizadas por los gobiernos locales en las comunidades no se limita únicamente a la mejora vial, sino que se extiende a influir significativamente en el desarrollo social y económico de sus habitantes. Lo fundamental es la efectividad de la inversión, ya que la percepción hacia los funcionarios e instituciones públicas ha venido en franco deterioro. Sumado al bienestar de la comunidad por contar con bienes y servicios de calidad, que faciliten su diario vivir y resguarden de su seguridad.
Este proyecto no solo persigue la optimización de la infraestructura vial, sino que también busca generar un impacto positivo en la percepción comunitaria, promoviendo el desarrollo sostenible y mejorando la calidad de vida de los habitantes de la zona.
Fase de Iniciación:
En la fase inicial, se realiza un minucioso análisis de las condiciones actuales de la ruta cantonal 2-10-009, identificando las necesidades críticas que requieren atención. Los objetivos del proyecto se definen con base en este análisis, centrándose en el mejoramiento de la superficie de ruedo y el sistema de drenaje en un tramo de 500 metros lineales. Para fortalecer la participación comunitaria, se establecerá un diálogo constante con los habitantes locales, buscando sensibilizarlos sobre la importancia del proyecto y validando sus perspectivas.
La colaboración con la Unidad Técnica de Gestión Vial de la Municipalidad de San Carlos será esencial para garantizar que los objetivos del proyecto se alineen con las políticas y estándares municipales. La propuesta incluye la construcción de aceras, lo que no solo mejora la movilidad sino también la seguridad peatonal. La elección del pavimento asfáltico con dos carriles de 3,0 metros de ancho refleja la visión de una infraestructura moderna y duradera, siempre y cuando las condiciones a nivel de campo lo permitan.
La viabilidad del proyecto se refuerza mediante la asignación de responsabilidades claras a la municipalidad para el mantenimiento y la conservación de la infraestructura. Este compromiso contribuye a la sostenibilidad a largo plazo del proyecto, asegurando que los beneficios se mantengan a lo largo del tiempo.
Fase de Planificación:
En la fase de planificación, se profundiza en los aspectos cruciales del proyecto. El alcance se define de manera precisa, especificando cada componente del proyecto, desde la pavimentación hasta la construcción de aceras. La temporalidad y el presupuesto se definen meticulosamente, considerando posibles imprevistos y contingencias.
El proceso de licitación a través del SICOP garantiza la transparencia en la selección de la empresa adjudicataria, que asumirá la responsabilidad de ejecutar el proyecto. Además, se establece un plan detallado para los mantenimientos viales periódicos y rutinarios, asegurando la durabilidad y funcionalidad continua de la infraestructura.
Fase de Ejecución:
La ejecución del proyecto recae en la empresa adjudicataria, que pondrá en práctica las estrategias detalladas en la fase de planificación. La coordinación eficiente y la supervisión constante son esenciales para garantizar la calidad del trabajo y el cumplimiento de los plazos establecidos. El liderazgo desempeñará un papel vital en esta fase, motivando al equipo y asegurando la comunicación fluida entre todas las partes involucradas.
Fase de Monitoreo y Control:
Durante la fase de monitoreo y control, la UTGV asume la responsabilidad de supervisar el progreso del proyecto. Se implementan sistemas de seguimiento y evaluación para identificar posibles desviaciones del plan original.
Fase de Cierre:
La fase de cierre no solo implica la recepción física del proyecto finalizado, sino también una evaluación del rendimiento y la satisfacción de la comunidad. Se lleva a cabo una revisión para identificar lecciones aprendidas y áreas de mejora.
En cada fase, el liderazgo ejerce una influencia crucial, facilitando la toma de decisiones informada y fomentando la resolución efectiva de conflictos, para garantizar el éxito integral del proyecto de mejoramiento vial.